Ciertos controles de activos no son específicos de ningún sector concreto, si no que pueden ser necesarios en muchas empresas de diversa índole.
Así, nos encontramos repetidamente con la necesidad de controlar los equipos informáticos en una empresa, las copias de seguridad, ciertos documentos confidenciales, o productos de alquiler. Como veremos, la tecnología común a implantar será el RFID.
En un hospital cada día se llevan a cabo procesos que son críticos: ya sea porque se utilizan activos de elevado coste, porque se trata de material biológico (órganos, sangre, etc), por temas de seguridad o simplemente porque una mala gestión de ciertos procesos puede costar mucho dinero.
En este contexto la tecnología RFID puede ser aplicada en múltiples campos.
Los cuerpos de seguridad, ya sean públicos o privados, llevan consigo una serie de activos que requieren de cierto control, ya que cada día los utilizan diferentes personas, según los turnos de servicio que haya que cumplir.
La tecnología RFID nos puede ayudar a controlar estos dispositivos de forma rápida y fiable, aligerando de forma notable las tareas de control manual que se acostumbran a realizar.
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