En el momento en que los bienes o productos están listos, se empaquetan en cajas, que a su vez pueden estar agrupadas en palets o almacenadas en jaulas metálicas.
Si tan solo tenemos que identificar cajas sueltas, el proceso con RFID acostumbra a ser bastante simple, pero si tenemos que identificar varias cajas agrupadas en un palet o en una jaula, puede ser más complicado, sobre todo dependiendo del número de cajas a leer a la vez.
La entrada y salida de material de los almacenes debe estar debidamente gestionada para llevar un buen control de los stocks. La tecnología sin contacto (RFID) es la que más nos puede ayudar a que este control sea automático y fiable.
Según las características del proceso de entrada/salida, podemos necesitar diferentes tipos de tags y equipos de lectura/grabación con características concretas.
Los almacenes de gran tamaño tienen muchas mercaderías almacenadas y muchas referencias distintas. Para optimizar el almacén lo máximo posible, existen las estanterías robotizadas, con brazos robotizados o elevadores. De esta manera se minimiza el tiempo de almacenamiento, y se reducen mucho los errores.
En un almacén, cada día se mueven gran cantidad de objetos o productos. Esta logística interna se puede realizar con vehículos autoguiados (AGV's), carretillas, grúas y elevadores, en los cuales se puede aplicar la tecnología RFID en diferentes ámbitos: para mejorar procesos, aportar seguridad a las personas, guiado por la planta, etc.
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