En un puerto deportivo hay muchas áreas o zonas cuyo acceso es restringido, ya sea porque sólo están accesibles a los socios (baños, lavandería, duchas, etc. o bien porque están reservadas a los trabajadores del puerto (por ejemplo, en capitanía).
Para estas áreas cuyo acceso debe ser limitado, apostamos por lectores RFID de proximidad, preferiblemente con comunicaciones Ethernet o bien RS232 o incluso con algún equipo autónomo.
Para el mantenimiento de las embarcaciones, los propietarios necesitan que el puerto les proporcione distintos servicios: agua potable, electricidad, gasoil, etc.
Como estos servicios son para la embarcación, deben de estar disponibles en el punto de amarre, y sólo podrán hacer uso de ellos los clientes que han alquilado el amarre. Para identificarse, será necesario que el amarre tenga un punto de identificación con un lector RFID.
En los puertos deportivos, los parkings acostumbran a ser grandes, y habitualmente el acceso se gestiona de dos maneras: si el acceso es con tarjeta de banda magnética o proximidad, el vehículo debe acercarse al lector, con las inconveniencias que esto tiene a veces, sobre todo si hace mal tiempo.
Es por eso que cada vez es más habitual el requerimiento de que el acceso al parking sea lo más cómodo y rápido posible. La solución UHF de largo alcance es la mejor opción para conseguirlo.
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